10 consejos prácticos para hacer el cambio de armario
Guardar la ropa de la temporada pasada y dar lugar a las que necesitas para este tiempo entre estaciones no tiene porqué resultar tedioso. Simplifícalo en 10 pasos inteligentes.
El cambio de armario es una de las tareas domésticas más detestadas, pues demanda tiempo para revisar y almacenar la ropa que ya no usarás hasta el año próximo.
Otra tarea imprescindible consiste en dar lugar a las prendas de media estación y las que vuelven a la escena después de un año guardadas.
Los europeos acumulamos mucha ropa en el armario, incluso tenemos ropa que no hemos usado más que un par de veces. El cambio de armario es un momento ideal para evaluar cuánto más podemos acumular y qué es lo que realmente usamos.
Con una eficiente organización del cambio de armario, descubrirás que para las próximas ocasiones todo resultará más fácil y rápido:
- Saca toda la ropa del armario: en la primer selección decanta entre lo que no volverás a usar, lo que usarás el próximo año y lo que seguirás usando esta temporada, deja todo sobre la cama o en el piso, necesitas ver lo que tienes y tomar decisiones.
- Limpia y desinfecta el armario: aprovecha para hacer una limpieza profunda de estantes y cajones, ayuda a eliminar olores, polillas y polvo que podrían arruinar la ropa.
- Selecciona prendas básicas y de media estación: quedan algunos días para que el frío se vaya definitivamente, considera especialmente esas prendas multifunción que podrían sacarte de un apuro en cualquier mañana fresca.
- Revisa la ropa de la temporada anterior: has usado esta ropa hasta hace pocas semanas, pregúntate ¿aún me queda? ¿aún me gusta? ¿está en condiciones?
- Guarda lo que ya no usarás hasta el año próximo: a las preguntas anteriores, para esta clasificación debes agregar ¿lo voy a seguir usando? Quizá sea tiempo de darle una nueva vida.
- Revisa las prendas para la próxima temporada: lo que estuvo guardado desde el año pasado tiene que pasar una selección exhaustiva, es probable que descubras manchas y arrugas que requieran algún tratamiento antes de pensar en volver a ponerlas en el armario.
- Lleva todo a la lavandería: tanto la que guardas hasta la próxima temporada, como la que tenías almacenada del año anterior, y también la que ya no usarás, necesitan una higienización profunda. Las que quedarán guardadas, podrían retener polvo y suciedad que se convertirán en manchas para el próximo año; las que sacas del fondo guardarropas o de una caja en el trastero, podrían acumular ácaros y necesitan oxigenarse antes de volver al contacto con tu piel.
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La ropa limpia se conserva mejor y evita la acumulación de olores, alargando la vida útil de las prendas. Utiliza poco suavizante para la ropa que guardas, así evitas que se acartone y arrugue, y guárdala bien seca en bolsas al vacío.
- Coloca la ropa bien ordenada: aprovecha los espacios de más difícil acceso para la ropa de casa y divide el resto en categorías según la ocasión en la que usarías cada prenda. Utiliza cajas o canastos para complementos como pañuelos y cinturones.
- Dale una nueva vida a lo que ya no usarás: la ropa que ya no quieres usar ofrécela a entidades benéficas. Es importante que la lleves limpia y en bolsas herméticas, sobre todo si la depositas en contenedores.
- Diviértete completando el armario de temporada: cada temporada ofrece una oportunidad para renovar tu guardarropa. Al comprar ropa nueva, asegúrate de revisar la etiqueta para conocer los cuidados de higiene que requiere cada prenda, y recuerda lavarla antes utilizarla o meterla en el armario.
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