El recibo de la luz no para de subir y por ello cada vez es más común buscar el ahorro energético en el hogar.
Existen múltiples maneras de ahorrar, para empezar lo más recomendable es hacer una buena elección de los electrodomésticos. Hay que tener en cuenta que electrodomésticos como la nevera se pasan todo el día enchufados a la corriente eléctrica, por eso es recomendable aumentar la inversión a la hora de hacer la compra de electrodomésticos y elegir modelos que tengan una calificación energética A o superior. En este caso el importe que se paga de más por adquirir un electrodoméstico más eficiente se recupera rápidamente con el ahorro energético en el hogar que se consigue.
La lavadora es uno de los electrodomésticos que más consume, gastando no sólo luz sino también agua. Recurrir a las lavanderías autoservicio puede ser una buena opción para ahorrar en casa. En estos establecimientos las lavadoras tienen mucha más capacidad de carga que las lavadoras domésticas, por lo que con una sola lavadora se puede tener lista la colada de la familia de toda una semana.
Muchos dispositivos electrónicos como las televisiones o los reproductores de audio y vídeo disponen de un sistema de “stand by”. Cuando los aparatos están en modo de espera también están consumiendo energía, por ello si no vamos a usarlos lo más recomendable es apagarlos totalmente.
La iluminación en el hogar es otro de los aspectos en los que se puede ahorrar. En estos casos lo más recomendable es cambiar las bombillas incandescentes, halógenas, fluorescentes, etc. por bombillas de tecnología LED, que son más eficientes y ofrecen una mayor duración en lo que a horas de luz se refiere.
En ocasiones un excesivo consumo energético está ocasionado por no tener contratada en casa la potencia adecuada. Es conveniente revisar la potencia contratada y evaluar si la misma es insuficiente, adecuada, o si por el contrario se ha contratado más potencia de la realmente necesaria.