NUEVO FENÓMENO EN LOS BARRIOS DE BARCELONA/ Cada vez es más habitual ver este tipo de locales, que ofrecen una alternativa más barata que las tintorerías y permiten hacer la colada en menos tiempo. El perfil de sus clientes cada vez es más local.
La Wash, una cadena en pleno crecimiento
La cadena de lavanderías autoservicio La Wash inició su andadura hace tres años en Barcelona y ya cuenta con 23 establecimientos, dos de ellos en Portugal. “Hay que seguir trabajando duro para escalar”, afirma el gerente y fundador de la empresa, Xavier Llacuna. El 30 % de los locales son propios y los demás, franquiciados. La previsión para el año que viene es duplicar su presencia, ya que el modelo es fácil de replicar y les han hecho ofertas para abrir en varias ciudades españolas. Llacuna llevaba años trabajando en una multinacional de gran consumo y conocía el sector del comercio cuando decidió embarcarse en el proyecto de La Wash. El perfil de sus clientes es diverso, desde familias numerosas que vuelven de viaje (necesitan poner muchas lavadoras y con sus servicios ahorran tiempo), negocios pequeños que hay en las proximidades y que necesitan lavar, hombres que viven solos… “Si sólo fueran turistas, no tendría la fuerza que tiene”, asegura el fundador. Un establecimiento mediano registra unos cien ciclos de lavados al día. Sin el descuento que ofrecen las tarjetas de fidelización de la cadena, una colada en su lavadora más grande, de 18 kg, cuesta 7,5 euros, y una en la más pequeña, 4,5 euros con detergente incluido.
Un negocio con seguridad en el retorno de la inversión, cobro por anticipado, sin gastos de personal y que abre todos los días del año de ocho de la mañana a diez de la noche. Así definen su modelo de negocio los propietarios de lavanderías de autoservicio, un tipo de establecimientos cada día más presentes en los barrios de Barcelona,
Inicialmente, los inmigrantes y los turistas extranjeros eran quienes más utilizaban este servicio, pero la población local le está cogiendo el gusto. Los propietarios indican que son asiduos los estudiantes y los jóvenes que viven solos, y las personas que quieren lavar piezas grandes (como edredones o cortinas) y se inclinan por una opción más económica que la tintorería. Pero, al parecer, cada vez más se esta diversificando más la clientela. “Si sólo fueran turistas, no tendría la fuerza que tiene”, asegura Xavier Llacuna, fundador de La Wash.
Por Irene G. Pérez. Barcelona, 9 de diciembre 2014.
FUENTE: Diario EXPANSIÓN