La llegada de la crisis económica trajo consigo el aumento de los niveles de desempleo hasta límites nunca vistos en España. Muchos trabajadores no solo perdieron su empleo sino también la esperanza de encontrar un nuevo trabajo. Frente a esta situación son muchos los que se han rebelado y han decidido volver al mercado laboral emprendiendo y poniendo en marcha su propio negocio. Han sido estos emprendedores los encargados de poner de nuevo en marcha el engranaje de la economía, en primer lugar apostando por el autoempleo y en segundo contribuyendo a la generación de empleo a medida que el negocio va creciendo. Pero obtener financiación para poner en marcha el negocio y solventar todos los trámites para poder abrir, no siempre es sencillo. Es por ello que muchos emprendedores han optado por no iniciar su aventura empresarial en solitario sino que han decidido confiar en las franquicias. Las franquicias ayudan a sus nuevos franquiciados en todo lo relacionado con la puesta en marcha del negocio y además los bancos son más benévolos a la hora de conceder créditos a aquellos emprendedores que están avalados por una marca de éxito. Es por ello que cada vez más emprendedores se deciden por una franquicia cuando optan por poner en marcha su propio negocio. Esta situación no solo ha contribuido a paliar los efectos de la crisis sino que ha consolidado la presencia del sector franquicias en España, hasta el punto que ya no son solo los emprendedores los que confían en las franquicias para montar su propio negocio, sino que son las propias empresas las que deciden confiar en el modelo de franquicia para acelerar su expansión y deciden convertirse en centrales franquiciadoras. Todavía falta bastante para poder hablar de una total recuperación económica, pero está claro que las franquicias y los emprendedores tienen ya un papel protagonista en esa recuperación.