En los últimos años las lavanderías autoservicio han dejado de ser algo que veíamos solo en las películas norteamericanas para pasar a ser algo cotidiano en el día a día. Las franquicias de lavandería como La Wash cada vez cuentan con más franquiciados y es que este modelo de negocio es ideal para aquellos que quieren invertir en un negocio sin tener que sacrificar para ello su vida personal. Las franquicias de lavandería tienen la gran ventaja de poder operar sin necesidad de personal. De esta forma el franquiciado tiene la gran ventaja de poder abrir su negocio prácticamente todos los días del año, ahorrándose además los costes y la compleja gestión de una plantilla de personal. En el caso de La Wash, las lavadoras y secadoras del local funcionan de forma totalmente automatizada, de manera que los clientes pueden ponerlas fácilmente en marcha leyendo las instrucciones que encontrarán a su disposición en todos los locales, ya que además el funcionamiento de las lavadoras y secadoras es muy sencillo. Para realizar el pago tampoco es necesario que haya ningún empleado, ya que el mismo se realiza a través de una máquina automática. En caso de producirse alguna anomalía en el funcionamiento de las máquinas, el franquiciado puede apagarlas y reiniciarlas desde su propio teléfono móvil, por lo que no es necesario ni que se desplace al local para resolver las posibles incidencias que puedan surgir. Este sistema totalmente automatizado permite a los dueños de franquicias de lavandería poder tener su negocio abierto mientras están trabajando en otro sitio o simplemente disfrutando de su tiempo libre, algo que no es habitual cuando se trata de franquicias. La Wash es por tanto una franquicia rentable especialmente pensada para aquellos que quieren que su negocio les reporte ingresos pero no que su negocio consuma todo su tiempo.