La lavandería autoservicio y el pequeño comercio, una relación bien avenida
Las lavanderías automáticas se han convertido en parte de paisaje urbano de muchas ciudades. En los últimos años el número de locales de este tipo ha estado en constante aumento y eso es debido a que ha crecido en la misma proporción la demanda de sus servicios.
Estos establecimientos nos resultan de mucha utilidad a nivel particular, puesto que nos permiten hacer la colada en cualquier momento del día, ahorrando tiempo y también dinero. Sin embargo, hay que valorar que también suponen una buena opción para el comercio.
La lavandería autoservicio y el pequeño comercio tienen una relación muy estrecha en la actualidad.
Son muchos los bares, peluquerías y otros negocios que acumulan cada día una buena cantidad de prendas para lavar y que cada vez se animan más a dejar de lado otros servicios más caros y optan por lavar manteles, servilletas, toallas, etc. en la lavandería autoservicio.
¿Qué ventajas consiguen?
La primera de ellas es la rapidez en el servicio. Ya no hay que preocuparse de estar llevando y trayendo ropa. En estos establecimientos la ropa queda limpia y seca en apenas una hora, algo que es imposible en otros servicios de limpieza.
Para todo negocio un ahorro de tiempo es también un ahorro de dinero. Así que en este caso debemos hablar de ahorro económico por partida doble, puesto que además de tiempo también se consigue ahorrar en suministros.
Cafeterías y restaurantes se ven obligados a poner varias lavadoras e incluso secadoras al día para tener todas sus prendas listas, lo que implica un elevado coste de agua y de luz.
Sin embargo, los pequeños comercios que optan por hacer su colada a través de la lavandería autoservicio reducen de forma notable el gasto en este tipo de servicios. Ahorrando también en otros costes adicionales como el detergente y el suavizante.