Las lavanderías autoservicio en Madrid, de barrios humildes a todo tipo de barrios
El negocio de las lavanderías autoservicio en Madrid ha experimentado un profundo cambio desde que comenzara allá por el año 2011.
Los primeros establecimientos de este tipo que se instalaron en Madrid abrieron sus puertas en los barrios más humildes, en los que la población inmigrante es mayoría.
Muchos extranjeros que estaban trabajando en la capital no disponían de lavadora propia y además estaban acostumbrados a hacer la colada en sus países en lavanderías automáticas, por lo que eran el público perfecto para estos establecimientos.
En un primer momento la clientela de las lavanderías autoservicio en Madrid estaba compuesta básicamente por inmigrantes, pero pronto las cosas comenzaron a cambiar.
Poco a poco los ciudadanos locales comenzaron a darse cuenta que la lavandería autoservicio podía ser una buena solución para lavar y secar por un precio muy ajustado aquellas prendas que no cabían en una lavadora doméstica: cortinas, edredones, mantas, etc.
Tras esta primera incursión en las lavanderías muchos se dieron cuenta de que estos establecimientos también podían suponer un gran ahorro de tiempo y dinero a la hora de hacer la colada semanal, por lo que el número de clientes siguió creciendo.
El aumento de la demanda dio lugar a que la presencia de los establecimientos de lavandería en las calles madrileñas fuera cada vez más común.
Hoy en día las lavanderías autoservicio en Madrid forman parte del paisaje urbano y ya no se limitan a los barrios más populares, sino que están en todo tipo de barrios y es que todo el mundo necesita hacer la colada.
A los inmigrantes se han sumado ahora otros usuarios como jubilados, amas de casa, estudiantes, trabajadores que no tienen mucho tiempo libre para dedicarlo a las tareas domésticas y también turistas que necesitan lavar su ropa para seguir disfrutando de su viaje.