La ropa de trabajo ¿cómo debo cuidarla?

La ropa de trabajo es esencial en muchos puestos. A veces se trata de un uniforme que ayuda a los clientes a identificar al personal de una determinada empresa, como en el caso de los auxiliares de vuelo, pero en otras ocasiones se trata de prendas diseñadas específicamente para poder cumplir con una actividad profesional, como ocurre por ejemplo con los uniformes de los chefs o los monos de los trabajadores de una fábrica.

La ropa de trabajo está sometida a un gran desgaste al ser usada cada día. Este uso continuo hace que además esta ropa reciba más lavados que otro tipo de prendas, con lo que la degradación es mucho más rápida debido al uso continuado de jabones y detergentes.

A la hora de cuidar la ropa de trabajo es imprescindible seguir las instrucciones de lavado, planchado y secado dadas por el fabricante, que es quien mejor conoce sus productos y la mejor manera de tratarlos.

La ropa laboral se puede lavar o no conjuntamente con otras prendas en función de que tipo de ropa se trate. Hay uniformes que se pueden lavar tranquilamente con otro tipo de ropa, pero otras prendas acumulan demasiada suciedad y es más recomendable lavarlas por separado, para evitar que puedan manchar a otras.

En cuanto al jabón y suavizante, se recomienda usar las cantidades adecuadas en función de la cantidad de ropa a lavar, la cantidad y tipo de manchas y de la dureza del agua. Usar más detergente no siempre implica que la ropa vaya a estar más limpia.

Es mejor que la lavadora no esté llena del todo, así queda espacio suficiente para que la ropa se pueda mover y el agua y el jabón puedan penetrar bien en los tejidos.

Siguiendo unas sencillas indicaciones de cuidado, la ropa de trabajo durará mucho más tiempo y presentará el mejor aspecto posible.