Consejos a la hora de planchar tu ropa

El planchado de la ropa es una de las tareas domésticas que más pereza suele dar. Lo malo es que si lo vamos dejando al final se acumula tal cantidad de ropa que la tarea se hace todavía más pesada.

Lo aconsejable es planchar la ropa cada vez que hagamos la colada, de esta forma nos aseguramos de que nuestra ropa siempre estará lista cuando la queramos llevar y haremos desaparecer la pereza que nos entra cuando vemos que tenemos que planchar grandes cantidades de ropa. Una de las grandes ventajas de planchar la ropa es poder sentirnos más cómodos/as con nuestras prendas. Unos vaqueros o una camisa bien planchados son más cómodos de llevar que unos que no se hayan planchado. La ropa planchada nos aporta además una mejor imagen de cara al exterior y es que inconscientemente tendemos a valorar más positivamente a alguien que lleva sus prendas bien planchadas que a alguien que no. Planchar la ropa después de hacer la colada tiene muchos beneficios prácticos y estéticos, pero también a nivel de higiene. Las planchas utilizan altas temperaturas para hacer desaparecer las arrugas y esas altas temperaturas son ideales para higienizar las prendas. Es cierto que el calor de la lavadora y de la secadora son suficientes para higienizar, pero en el caso de personas con alergia a los ácaros, planchar las sábanas después de pasarlas por la lavadora y la secadora es una medida de higiene que nunca está de más, ya que hace desaparecer tanto los ácaros como las bacterias que hayan podido resistir al proceso de lavado y secado. Si quieres que la colada sea una tarea doméstica más sencilla, te recomendamos que uses una lavandería autoservicio y así en unos 60 minutos tendrás toda tu ropa limpia y seca y sólo te faltará plancharla.