¿De dónde viene la expresión hacer la colada?
Cuando nos disponemos a lavar y secar nuestra ropa para dejarla en óptimas condiciones de higiene siempre hablamos de hacer la colada, pero ¿de dónde viene esta expresión?
Los productos químicos que usamos hoy en día para limpiar nuestra ropa no existían hasta hace unos años.
De forma que las mujeres, que eran las que se encargaban de esta tarea, tenían que hacer frente a un proceso largo y duro para limpiar sus prendas. Además, la ropa estaba mucho más sucia, debido al trabajo en el campo.
En primer lugar se hacía un lavado a mano con jabón elaborado a base de grasa animal.
Tras el primer lavado se depositaba la ropa en un barreño con un agujero en su parte inferior y usando una tela a modo de filtro se echaba ceniza pulida para blanquear la ropa.
A continuación se hervía agua que se vertía sobre la ceniza para disolver los carbonatos de sodio y potasio, produciendo un efecto de cloración, similar al de la lejía.
El agua volvía a empapar la ropa y se filtraba a través del agujero en el inferior del cubo.
Ese mismo agua se recogía de nuevo y se volvía a hervir para volver a utilizarlo en la misma operación, repitiendo esta acción tantas veces como fuera necesario hasta que la ropa quedara limpia.
A la acción de colar la ceniza para blanquear la ropa se la llegó a conocer popularmente como “hacer la colada”, una expresión que se ha mantenido hasta nuestros días y que a día de hoy hace referencia al conjunto de actividades que llevamos a cabo para higienizar nuestra prendas.
Proceso que, afortunadamente, hoy por hoy es mucho más sencillo de llevar a cabo gracias a las lavadoras, las secadoras y los productos químicos que nos permiten sacar la mayoría de las manchas que puede haber en nuestras prendas.