Las secadoras industriales son una parte muy importante dentro del proceso de hacer la colada, ya que permiten el secado de las prendas lavadas en apenas unos minutos.

Las secadoras domésticas nunca han sido electrodomésticos demasiado populares por el espacio que ocupan en casa y por el gran gasto energético que hacen. Sin embargo cuando hace mal tiempo una secadora puede llegar a ser muy útil, ya que nos ahorra el tener que estar pendientes de que la ropa no se moje si llueve y nos evita tener que acabar tendiendo en el interior de la casa.

Las secadoras domésticas no son rentables, pero las secadoras industriales si lo son. Este tipo de electrodomésticos los encontramos en las lavanderías autoservicio y pueden facilitar al máximo la labor de hacer la colada, reduciendo además el tiempo que invertimos en esta tarea.

Las principales ventajas de la secadoras industriales son que tienen una mayor capacidad de carga de ropa mojada y que tienen mayor potencia a la hora de succionar la humedad. Es decir, que podemos introducir en ellas una cantidad mucho mayor de ropa que en una secadora convencional y además el tiempo que tarda la ropa en secarse es menor, lo que se traduce en un notable ahorro de energía y de dinero. Ese menor consumo energético se traduce además en menos emisiones nocivas a la atmósfera.

Las lavanderías autoservicio cuentan con lavadoras y secadoras industriales que hacen mucho más sencillo y económico el proceso de hacer la colada. Lavadoras y secadoras admiten más cantidad de ropa que sus homólogos domésticos, lo que además de un ahorro de dinero implica un ahorro de tiempo. En uno de estos establecimientos podemos lavar y secar la ropa en apenas sesenta minutos, un tiempo en el que en casa no habríamos concluido ni un ciclo de lavado.