El plan financiero del futuro franquiciado
Abrir un negocio siempre implica asumir una serie de gastos iniciales para poder dar comienzo a la actividad empresarial. A la hora de entrar a formar parte de una franquicia hay que tener en cuenta que el emprendedor no solo debe abonar los típicos canones y royalties de entrada, sino que además deberá hacer frente a otro tipo de gastos que están vinculados a la apertura de cualquier tipo de negocio.
Los más habituales son los siguientes:
Royalties y canones de entrada
Son las cantidades exigidas por las centrales franquiciadoras a sus nuevos franquiciados. El contrato de franquicia suele especificar cuál es el destino de estas cantidades (formación, asesoramiento, etc.). No obstante, La Wash no exigen este pago inicial ni royalties.
Fianza del local
Si el emprendedor no dispone de un local propio para montar el negocio deberá recurrir a un alquiler, en este caso debe tener en cuenta que el desembolso inicial incluirá no solamente el mes de alquiler sino además el pago de la fianza.
Obras de acondicionamiento
Encontrar un local en el lugar idóneo y que reúna los requisitos necesarios para montar el negocio deseado no siempre es fácil. De hecho, en la gran mayoría de los casos es necesario realizar una serie de reformas para que local pueda albergar el negocio que se va a montar. Esto implica no solo los gastos propios de la obra (albañilería, fontanería, etc.) sino también el pago de la correspondientes tasas municipales y licencia de obras.
Constitución de la sociedad mercantil
A pesar de formar parte de una franquicia, es necesario que el franquiciado haga que su negocio adopte la forma de persona jurídica, de esta forma la relación con la central franquiciadora no es una relación jefe-empleado sino una relación empresa-empresa. Esto implica una serie de costes administrativos.
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