Un elemento clave en los establecimientos de lavandería automática es la lavadora autoservicio.
Pero, la lavadora autoservicio ¿cómo funciona?
Estas lavadoras son de tipo industrial y lo normal es que en el establecimiento haya lavadoras de diferentes capacidades para que cada cliente pueda escoger el aparato que mejor se adapte a sus necesidades de lavado.
Lo habitual es encontrar lavadoras desde 9 o 10 kilos hasta los 19 o 21 kilos.
Estas capacidades son suficientes para poder lavar de forma cómoda y sin problema la colada semanal de una familia media y también esas prendas de gran tamaño como los edredones que resulta imposible lavar en una lavadora doméstica.
La lavadora autoservicio básica suele tener un sistema de conexión con la caja central de pago.
De este modo, el cliente llena la lavadora, no es necesario poner el jabón, elige el programa deseado y tras hacer el pago en la caja central el ciclo de lavado comienza de forma automática.
En establecimientos en los que no hay espacio para instalar una caja central, la lavadora autoservicio puede tener incorporado el mecanismo para que el usuario haga el pago directamente en ella, como si se tratara de una máquina expendedora.
Pero además las lavadoras industriales que se están usando últimamente en los establecimientos de lavandería autoservicio cuentan con las tecnologías más avanzadas en materia de domótica.
Hay que tener en cuenta que las lavanderías no suelen tener empleados, por lo que en caso de avería el responsable debe ser capaz de poder arrancar de nuevo la lavadora desde su dispositivo móvil y para ello es necesario que exista una buena conexión con la lavadora.