Basta con darse un paseo por las calles de cualquier ciudad y ver que las lavanderías autoservicio ya no son nada raro, sino que se han integrado a la perfección en el paisaje urbano.

Además, si las observamos más de cerca nos damos cuenta de que siempre hay alguien usando sus servicios, sea la hora del día que sea. Esto implica que la lavandería autoservicio es un negocio cada vez más rentable.

No se trata de una mera moda, sino de una tendencia que ha llegado para quedarse. Cada vez son más los consumidores que se dan cuenta del gran ahorro de tiempo y dinero que supone hacer su colada en uno de estos establecimientos en lugar de hacerlo en su casa. Además, el número de usuarios se dispara cuando llega el invierno, puesto que en apenas una hora se tiene toda la ropa de la semana limpia y seca, lista para volver a ser utilizada, algo que es imposible de conseguir en casa.

Ante este panorama no es de extrañar que muchos emprendedores hayan decidido entrar de lleno en el sector de la lavandería autoservicio.

Un negocio cada vez más rentable porque los costes de poner en marcha un establecimiento de este tipo no son muy altos y a cambio se consiguen ingresos desde el primer día.

Las lavanderías automáticas pertenecen a un tipo de franquicia que se ha hecho muy popular en los últimos años. Una alternativa a bajo coste que resulta interesante tanto para aquellos que quieren entrar en el mundo empresarial como emprendedores al no encontrar trabajo como para quienes tienen un empleo que no desean dejar pero a la vez buscan una inversión rentable que les dé dinero sin quitarles tiempo.

Por ello, no es de extrañar que el número de lavanderías automáticas siga creciendo en las ciudades.