La humedad de la tela y la luz natural nos permite ver en la ropa recién lavada manchas que no conocíamos, en particular en algunas áreas de nuestra ropa,

las inevitables manchas invisibles de la ropa ¿por qué aparecen de pronto manchas que antes no vimos?

Tipos de manchas y suciedad

Las manchas, y suciedad en general de nuestra ropa y otras telas, tienen diferente procedencia y, por ello, distinto tratamiento. Las hay de suciedad pigmentaria, que son del uso diario, partículas del ambiente que se estancan la ropa y se eliminan fácilmente; las hay de suciedad grasa, principalmente de nuestro cuerpo, y se eliminan con una limpieza profunda, aunque igualmente se van impregnando con el tiempo; y, por supuesto, las de suciedad ordinaria, categoría en las que están todas esas a las que llamamos comúnmente manchas (aunque todas, a la larga, son manchas).

Fijación de las manchas secas

Cuando se derrama una bebida, cae una gota de algún líquido o una fruta roza una prenda, la tela se humedece e inmediatamente notamos que se ha manchado, pero pasado el momento, cuando la tela se va secando parece que la mancha se difumina y, en algunos casos, a primera vista desaparece. Este suele ser el principal origen de las machas invisibles que identificamos cuando sacamos la ropa húmeda de la lavadora o que, tras varios lavados, van tomando una tonalidad cada vez más oscura. Esto ocurre principalmente porque la composición química de la sustancia ha penetrado en la tela y, al ir degradándose el tejido, se va oscureciendo. Por ello, ante cualquier descuido o infortunio que salpique o roce una prenda, es indispensable recurrir inmediatamente a humedecer la prenda y, si es posible, lavarla con jabón. Sobre todo cuando se trata de tinta, vino, sangre y, especialmente frutas, porque aunque parezca que el tono amarillo o anaranjado no ha penetrado en la tela, es muy probable que lo redescubras después del próximo lavado.

Reconócelo, la ropa cumple un ciclo

La ropa envejece, a veces hasta estando guardada notarás al sacarla que tiene manchas que antes no habías notado, y en cuanto laves la prenda, más la verás. Algunas telas, como las de algodón, van más rápidamente perdiendo brillo, elasticidad y textura, lo que hará que las manchas se hagan más nítida. Ten presente que, aunque no sufras una mancha accidental, perfumes, desodorantes, betunes, roces, hasta nuestra piel y las partículas en el aire van afectando las prendas, incluso las condiciones climáticas tienen un impacto en el desgaste y la aparición de esas manchas invisibles.