Seguramente ya te habrás dado cuenta de que las franquicias de lavandería están atravesando un proceso de plena expansión y es que se trata de un negocio que no ha dejado de crecer en los últimos cinco años.

La principal razón por la que cada vez vemos más franquicias de lavandería en las ciudades es que la demanda de este tipo de establecimientos no ha parado de crecer.

Cuando se abrieron las primeras lavanderías automáticas en España la mayor parte de los usuarios eran extranjeros, que están más acostumbrados en sus países de origen a hacer la colada fuera de casa.

Pero si ahora mismo nos damos una vuelta por cualquier establecimiento de lavandería nos damos cuenta de que entre sus clientes hay todo tipo de personas.

Hay jubilados que viven solos y a los que les viene mejor acumular la ropa sucia y luego hacer la colada de una sola vez, hay amas de casa que aprovechan las lavadoras de mayor tamaño para lavar prendas grandes como los edredones que no caben en una lavadora doméstica, también hay grupos de estudiantes que ahorran luz y agua en su piso de alquiler lavando su ropa en la lavandería, turistas…. la lista es casi interminable.

Pero ¿qué ha ocurrido para que la tendencia de lavar la ropa fuera de casa se extienda?

Lo que ha pasado es que el precio de la luz no ha dejado de subir en los últimos años y los consumidores se han visto obligados a buscar nuevas formas de ahorro.

Resulta que lavar y secar la ropa en las franquicias de lavandería resulta más económico que hacerlo en casa. En algunos establecimientos como La Wash puedes lavar cada kilo de ropa por apenas unos céntimos.

Pero además de dinero también se consigue un importante ahorro de tiempo. En una lavandería autoservicio puedes lavar y secar tus prendas en menos de una hora, algo que es imposible de conseguir en casa.