Planchar la ropa es una de las tareas domésticas más pesadas de llevar a cabo, especialmente ahora que las temperaturas van en aumento. Sin embargo, existen una serie de trucos que pueden ayudar a que la tarea de planchado sea más sencilla de llevar a cabo.
Lo primero que hay que tener es una buena superficie para planchar. Si la tabla o mesa sobre la que se plancha es regulable en altura y ofrece un espacio lo suficientemente amplio para estirar las prendas, planchar la ropa será más fácil.
En caso de que aparezcan arrugas difíciles de esas que parecen casi imposibles de hacer desaparecer, prueba a poner un papel de aluminio debajo de la prenda y sobre ella un paño humedecido con agua y una gota de amoniaco. A continuación pasa la plancha y verás como las arrugas difíciles desaparecen sin esfuerzo.
Planchar resulta más sencillo si la plancha que estás utilizando está en buenas condiciones. Para limpiarla deja que se enfríe y cuando haya perdido todo su calor pasa una esponja humedecida con un poco de agua caliente con detergente. Así eliminas cualquier residuo que haya podido quedar.
Un truco casero para que la ropa se arrugue menos consiste en meter la ropa recién secada unos diez minutos en la nevera, parece mentira, pero es un truco bastante eficaz para eliminar arrugas.
Otro truco sencillo para que planchar la ropa sea más sencillo es meter la ropa doblada en la secadora, notarás que tus prendas salen mucho menos arrugadas después de pasar por el proceso de secado. En el caso de las toallas, no necesitarás ni plancharlas.
Si has notado que tus pantalones nunca quedan todo lo bien planchados que deberían quizá es porque lo estás haciendo mal. Plánchalos primero del revés y luego del lado contrario, comenzando por la cintura, pasando luego a los bolsillos y por último las perneras.