Montar una lavandería doméstica es una opción cada vez más viable para los emprendedores y es que en el último lustro el número de establecimientos de este tipo ha estado en constante crecimiento.
Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación Española de Franquiciadores, ha destacado que el notable incremento en el número de negocios dedicados a la lavandería doméstica se debe en gran medida a que los hábitos de consumo están cambiando y a que este tipo de negocios tienen un importante atractivo empresarial al requerir de una inversión pequeña y tener poco riesgo.
Lo primero que hay que hacer para montar un negocio de este tipo es hacer una buena elección del local. Lo bueno es que no hace falta recurrir a un local de grandes dimensiones, en un local de 40 metros cuadrados se puede montar una pequeña lavandería automática suficiente para prestar servicio a un barrio que no sea muy grande.
Una vez elegido el local hay que realizar algunas reformas para adaptarlo. Para montar una lavandería doméstica las reformas más importantes estarán relacionadas con la fontanería para las lavadoras y las secadoras y la electricidad.
El siguiente paso es adquirir lavadoras y secadoras industriales de calidad, capaces de ofrecer el mejor servicio posible a los clientes.
El público que acude a este tipo de establecimientos está en aumento, como también lo está la competencia, así que hay que ofrecer un beneficio extra a los usuarios, como poder conectarse gratis al WiFi mientras se hace su colada o tener a su disposición una máquina de bebidas que les permita tomarse un café o un refresco mientras esperan.
El negocio de las lavanderías automáticas en España apenas acaba de comenzar, pero ya se están viendo grandes cambios en el sector, con establecimientos que quieren ofrecer cada vez más servicios a sus clientes para que estos se sientan a gusto.