Ya son muchas las personas que se han animado a probar el autoservicio de lavandería pero puede que tú todavía te estés preguntando si este tipo de establecimientos son adecuados para ti.
Como ya habrás podido comprobar si has pasado cerca de un local de lavandería, el público es muy variado, desde personas jóvenes a más mayores. Así que sea cual sea tu situación puedes encajar a la perfección.
Si quieres ir al autoservicio de lavandería lo único que tienes que hacer es preparar tu ropa sucia.
No es necesario que lleves ningún tipo de jabón o detergente y para hacer el pago puedes usar tanto dinero suelto como tarjeta, en algunos locales incluso se admite ya el pago a través del móvil.
Una vez en el local de tu elección elige la lavadora cuya capacidad se amolde más a la cantidad de ropa que necesitas lavar. En este tipo de establecimientos suele haber lavadoras de entre 9 y 19 kilos, así que seguro que encuentras rápidamente una que se amolda a la cantidad de ropa sucia que tienes.
El funcionamiento del autoservicio de lavandería es muy sencillo.
Mete tu ropa en la lavadora de tu elección de igual manera que lo harías en casa (acuérdate de separar la ropa por colores, cerrar las cremalleras para que no estropeen otras prendas, etc). Cierra la lavadora y dirígete a la caja central de pago.
Selecciona el número indicado en tu lavadora y haz el pago del servicio, eligiendo el programa de lavado que quieres. La lavadora se pondrá en marcha y lo único que tienes que hacer entonces es esperar.
Una vez que el ciclo de lavado haya concluido debes seguir los mismos pasos pero esta vez con la secadora.
Como ves, los establecimientos de lavandería autoservicio están indicados para todo tipo de personas y son muy sencillos de utilizar.