Cómo lavar las toallas de playa paso a paso
La sobreexposición al sol, el agua salada o el cloro de la piscina, la crema de protección solar o el bronceador, son algunas de las razones por las cuales las toallas playeras necesitan un cuidado especial.
Pocos momentos en el año se disfrutan tanto como las tardes de verano en la playa, pero sabemos que, al volver, todo llevará arena, sal y acumulación de humedad.
Lo mismo con la piscina, disfrutar de todo un día de piscina nos deja de vuelta en casa con la toalla playera húmeda y con residuos de cloro que, más pronto que tarde, harán que pierda su suavidad.
Las toallas de playa son aquellas coloridas y de grandes dimensiones que suelen desgastarse rápidamente por el intenso uso que soportan cada año, expuestas a agentes agresivos como la sal, el cloro, la arena, los restos de cremas, la exposición al sol, retención de humedad y el lavado diario.
Tips para cuidar y limpiar las toallas de playa
Extender la vida útil de una toalla playera resulta más fácil siguiendo algunos pasos para cuidarla desde el día cero:
- Elegir la toalla perfecta: como ocurre con cualquier otra prenda, la toalla de playa se selecciona según varios factores como las dimensiones, el colorido y el precio, pero, sobre todo, es importante prestar atención a los materiales.
Las de 100% algodón resultan suaves, pero más bien abultadas; las que llevan diferentes mezclas con poliéster y nylon suelen resultar menos mullidas; las de microfibra son muy livianas para el viento y secan menos que las de mezcla con algodón.
- Lavar la toalla antes de usarla: esto no sólo es importante porque pasa por cientos de lugares antes de llegar a tus manos, sino porque los colores brillantes podrían desteñir en los primeros lavados y arruinar el resto de las prendas, por lo que es importante que las laves solas o junto con la ropa oscura.
- De vuelta desde la playa o la piscina: es imprescindible dejar la toalla de playa colgada hasta que se seque completamente, pues esto permitirá retirar la mayor parte de restos de arena y tierra u otras partículas que pueden quedar insertadas entre el tejido.
- Quitar manchas: esas manchas que resultarán un dolor de cabeza, como las de bronceador o las de rozaduras con césped, tendremos que tratarlas con un poco de detergente cuando la toalla esté seca y antes de meterla a la lavadora.
- Antes de meter la toalla a la lavadora: es importante revisar las recomendaciones de la etiqueta, pues según la combinación de materiales que vimos en el primer punto, requerirá cuidados específicos en cuanto a temperatura, centrifugado y detergentes.
- En la lavadora: utiliza el programa con la menor temperatura, más allá de las temperaturas máximas indicadas en la etiqueta, si al uso constante y las condiciones agresivas se le agrega un lavado intenso, acabaremos acortando la vida útil de la toalla.
- En la secadora: utiliza el programa de secado suave, también a la menor temperatura, y el tiempo suficiente para que se seque completamente, cualquier resto de humedad puede generar mal olor. Si tienes lugar donde colgarla al aire libre, asegúrate de que sea a la sombra.
- Tip extra: es importante lavar la toalla de playa cada vez que se use, ya que los restos de cremas y bronceadores, así como el cloro de las piscinas, suele dejar manchas que acabarán deteriorando el tejido.